Assange y las recomendaciones de los cyberpunks
Por: Sebastián Di Domenica (escrito en septiembre de 2012) La historia nunca fue confirmada porque Wikileaks contaba con un sistema que impedía conocer el origen de los materiales recibidos. Sin embargo, la versión fue expuesta por parte de la prensa como verídica; y dice lo siguiente: un tal Bradley Manning, que era soldado del ejercito norteamericano con destino en Irak y asignado a tareas de oficina, desde su puesto de trabajo logró acceder por la magia de la información en red, a una inmensa cantidad de documentos secretos del Gobierno de Estados Unidos. Disgustado con ese país y con el ejército de ese país, el soldado la almacenó en dispositivos y se la ofreció a personas dispuestas a hacerlas públicas. En esa instancia apareció Julian Assange, el audaz e inteligente hacker/periodista australiano que a través de su sitio Wikileaks (que recibía de manera anónima diversas filtraciones y documentos que revelaban secretos de empresas y estados) se animó a hacer públicos todos esos datos. Su actitud impuso un nuevo escenario global sin secretos.
Desde ese momento y hasta la actualidad han pasado muchas cosas, pero es en estos días cuando Assange enfrenta la peor situación: está perseguido por la Justicia de los países más poderosos (con una dudosa acusación de cometer delitos sexuales en Suecia) y encerrado en la embajada de Ecuador en el Reino Unido para no ser atrapado. Su madre recorre el mundo y pide por su libertad.
El australiano es una clara muestra de una de las contradicciones de la era de Internet: las personas pueden acceder a información como nunca en otro momento de la humanidad, y los secretos son cada vez más escasos. Pero esas posibilidades se ven opacadas por el excesivo control de los estados hacia los ciudadanos que las mismas redes hacen posible.
A principio de este año, justamente Julian Assange, condujo una serie de programas de televisión en los que realizó varias entrevistas a referentes y personalidades ligados a temáticas muy sensibles al mundo actual (se pueden ver en YouTube). Una de ellas fue la que les realizó a diferentes integrantes del movimiento Cyberpunk. Un colectivo integrado por especialistas en tecnología que desarrollan herramientas para evitar las acciones de los estados y las corporaciones para espiar a la gente desde la red. Tal como ellos afirmaron, los diferentes poderes tienen cada vez más elementos a su alcance para vigilar desde el ciberespacio: ya sea para ampliar los datos de ciudadanos y consumidores o para detener a aquellos que husmean donde no corresponde.
En el programa de Assange, entre otras cosas, los entrevistados consideraron que las tecnologías para hacer vigilancia masiva son cada vez más baratas, y por esa razón ya están al alcance de pequeños países, de fuerzas de seguridad y hasta de empresas. Además, coincidieron en que en general la sociedad no entiende los peligros de ese avance; y que en igual situación están los políticos, que firman resoluciones sobre la temática sin comprender su significado.
“Si eres un usuario común, Google sabe con quien te comunicas, a quién conoces, qué buscas, probablemente sepa tu orientación sexual, tu relgión y filosofía -explicaba Jeremie Zimermann de Francia-. Sabe más que tu madre. Incluso tal vez sepa más que tu mismo. Google sabe cuando estás conectado y cuando no. Vos no recuerdas qué estabas buscando hace tres años, pero Google si. Trato de no usar Google por estas razones. Pero quiero decir con esto que no solo hay vigilancia patrocinada por los estados, es un tema de privacidad. Es importante tener conciencia de que a tu información la manejan terceros y sería bueno saber qué hacen con ella. Tampoco uso Facebook por el mismo motivo. Allí la gente pone lo que hace y publica fotos, y no tiene conciencia sobre todo el tiempo al que la gente o las empresas tendrán acceso a esa información. Facebook hace negocios al hacer difusa la línea entre privacidad, amigos, publicidad y almacenamiento de datos personales”. En este sentido, otro de los entrevistados sostuvo que estas empresas son parte del sistema de control, y que por intereses económicos, han preferido formar parte y no oponerse a ellos.
Assange señaló en el programa de TV, que ante estos avances, la criptografía es la única herramienta de protección real para que los gobiernos y los poderes no puedan meterse en la vida de la gente. Pero los entrevistados coincidían en que es muy dificil explicarle estos temas al ciudadano común. El líder de Wikileaks sostuvo que vamos hacia la vigilancia total y que en años posteriores solo aquellos que manejen la criptografía serán capaces de estar al margen de esos sistemas de control. Por esa razón, es lógico pensar que pronto comiencen a desarrollarse herramientas simples para evitar la censura y para que la gente común se proteja de esa potencial vigilancia. Es decir, los problemas de la tecnología se solucionan con más y mejor tecnología: “Internet también debe ser el antídoto de Internet que no olvida nada”, señalaban los especialistas.
Con relación a este tema, la semana pasada se llevó a cabo en Buenos Aires un encuentro (Hack/Hackers BA Media Party) que trajo a estas tierras a periodistas y especialistas en tecnología para debatir sobre las nuevas formas del periodismo y los medios. Una de las exposiciones fue para presentar la herramienta TOR, software que facilita el anonimato de ciudadanos y periodistas en la WEB y que es muy utilizada por activistas políticos de países no democráticos. Un tipo de utilidad que puede ser cada vez más necesaria para preservar la privacidad y para no exponer aspectos que nos pueden llegar a perjudicar en algún momento.
El escritor Juan Terranova con tono humorístico dijo hace algún tiempo en una columna de su autoría que si Assange “no fuera un hombre de rasgos armoniosos y mirada irónica, ya estaría preso picando las piedras de Guantánamo”. Es muy posible que el pensamiento sea correcto. Pero frente a la afirmación debo decir que me alegra saber que el australiano cuenta con características propias que lo ubican mejor en su difícil lucha contra el poder. Solo las personas especiales y con cualidades particulares logran revelar lo que los poderes tapan y conseguir cambios que nadie logra. Acaso Assange no representa de la mejor manera el pequeño valiente en contra del despiadado gigante. Hay que estar atento al final de esta historia. Porque puede indicar si vamos hacia un mundo más o menos libre y eso no es poca cosa.
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